Salí de casa con las baterías llenas y tras pasar por Viladecáns - Gavá - Castelldefels al finalizar las Botigues de Sitges giré en la rotonda a la derecha para encarar el Rat Penat. Tengo que decir que las cuestas ya empiezan al principio de todo, pero las primeras no tienen nada que ver con lo que viene después. Yo sólo conseguí encarar las tres primeras. En la cuarta puse pie a tierra y decidí dejarlo para mejor ocasión :)
Las pendientes son de miedo. En mi vida había experimentado en mis piernas semejantes pendientes. Desde luego es un puerto de primera categoría y para un corredor aficionado como yo se le han atragantado de muy buena manera.
Eso si, no perdí la ocasión para sacar unas cuantas fotos, ya que las vistas son magníficas.
Y para finalizar, qué decir de la bajada. Había cambios de rasante que daban miedo cuando veías lo que había que bajar. Bufff... para llevar unos buenos frenos si bajas a muerte.
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