Tras un día de descanso hoy he vuelto al gimnasio. Ha sido un día "bueno" en el trabajo y me ha permitido estar antes de lo habitual en casa.
Tras coger la mochila y cruzar medio pueblo bajo un solazo de justicia y que animaba a quedarse en casa tumbado en el sofá con el aire acondicionado puesto, pues nada, a las 6 de la tarde ya estaba en el gimnasio dando las primeras pedaladas en la bici.
Y de allí no salí hasta las 20:30h. Sin parar y sudando por todos los poros de mi piel.
Más contento que un ocho al llegar a casa me ha tocado preparar la otra mochila, la que tengo que llevar de viaje de negocios a Málaga donde estaré hasta el viernes. Qué lástima no poder correr para llevarme las zapas y probar el asfalto malagueño. Pero no será éste el único viaje que tenga que hacer probablemente, por tanto no dudo que en el próximo viaje me lleve todo el conjunto deportivo.
Volveré con ganas de más gimnasio, seguro.
Lo bueno del gimnasio en estas fechas es que todo el mundo que se quería poner fuerte unas semanas antes está en la playa. Lo malo, las calores que mete dentro.
ResponderEliminarUn saludo!
personalmente pienso que puntualmente el gimnasio esta bien pero no es bueno acostumbrarse, una buena bici es una alternativa muy buena y sino natacion que es muy completa.
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